Últimamente está muy de moda esto de las quiches. Pues yo me apunto con una receta fácil y rápida (unos 30 minutos de dedicación). Para almorzar, merendar, cenas ligeras... en cualquier momento está buena. En este caso la hago de espinacas y cebolla, pero se pueden variar los ingredientes sobre la misma base (por ejemplo con bacon, salmón ahumado, verduras...).
Ingredientes necesarios:
- Masa quebrada (en Mercadona la venden en packs de 2).
- Media cebolla.
- 150 gr. de Philadelphia (viene siendo medio tarro).
- 250 gr. de espinacas (yo compro el paquete de dos cubos congelados de Mercadona y uso solo uno).
- 4 huevos.
- Aceite de oliva.
- Harina (lo justo para espolvorear el fondo y paredes del molde)
- Queso rallado para gratinar.
Pasito a pasito:
- Cocer las espinacas y escurrir.
- Freír la cebolla en aceite de oliva (con cuidado de que no se queme, solo tiene que estar dorada).
- Unir las espinacas a la cebolla para que tomen sabor y añadir sal.
- En un recipiente apto para batidora de mano se ponen los huevos y el queso cremoso (esta es la base). Para darle el color verde, añadimos un poco de la mezcla espinacas-cebolla. Batir bien.
- Añadimos a lo batido el resto que tenemos en la sartén y lo mezclamos (no batido, para que una vez hecho se vean tropezones).
- En un molde apto para horno (yo utilizo uno redondo de silicona porque es más fácil desmontarlo), espolvoreamos un poco de harina y ponemos la masa quebrada con cuidado de que no se rompa, ya que encima echaremos toda la mezcla anterior.
- Se hornea 20 minutos a 180º.
- Por último, poner queso rallado encima y gratinar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario