Continuamos con la saga Calendar Girl, de Audrey Carlan, esta vez con los meses de abril, mayo y junio. La primera parte no acabó de convencerme, y la segunda se me ha hecho eterna. De esos libros que por narices termino, pero que me cuesta muchos días acabar porque no me motiva seguir leyendo.
Esta vez Mia tiene en su agenda a un jugador de baseball profesional, un diseñador de bañadores y un magnate de Washintong. Pero curiosamente no se acuesta con ninguno de ellos.
Diría que durante este libro, Mia se dedica a ser celestina.
En abril consigue juntar a su cliente con la chica que le conviene.
Por lo menos durante mayo el asunto está un poco más movido. La contratan para ser modelo de tallas grandes para un diseñador de bañadores (esto apenas es la excusa para irse a Hawai), y esta vez acaba acostándose con su compañero, un modelo samoano que podría ser el doble de The Rock. También en esta ocasión acabará haciendo de cupido al final de su estancia, juntando a Tai con su personita.
Y junio... la contratan para ser mujer florero de un señor mayor, pero gracias a Mia, este hombre acabará con una mujer que lo quiere de verdad y además conseguirá cerrar el negocio que tanto ansiaba.
Durante la primera parte, Mia recordaba cada dos por tres a su padre y los motivos que le llevaron a ser scort. En la continuación lo que hace es refrescarnos a sus anteriores clientes una y otra vez. Será para que no nos olvidemos...
Esta vez Mia tiene en su agenda a un jugador de baseball profesional, un diseñador de bañadores y un magnate de Washintong. Pero curiosamente no se acuesta con ninguno de ellos.Diría que durante este libro, Mia se dedica a ser celestina.
En abril consigue juntar a su cliente con la chica que le conviene.
Por lo menos durante mayo el asunto está un poco más movido. La contratan para ser modelo de tallas grandes para un diseñador de bañadores (esto apenas es la excusa para irse a Hawai), y esta vez acaba acostándose con su compañero, un modelo samoano que podría ser el doble de The Rock. También en esta ocasión acabará haciendo de cupido al final de su estancia, juntando a Tai con su personita.
Y junio... la contratan para ser mujer florero de un señor mayor, pero gracias a Mia, este hombre acabará con una mujer que lo quiere de verdad y además conseguirá cerrar el negocio que tanto ansiaba.
Durante la primera parte, Mia recordaba cada dos por tres a su padre y los motivos que le llevaron a ser scort. En la continuación lo que hace es refrescarnos a sus anteriores clientes una y otra vez. Será para que no nos olvidemos...
Cada vez veo más que Mia es muy egoísta con respecto a su hermana pequeña, la quiere solo para ella. Y aunque se supone que lo da todo por ella desde siempre, considero que lo hace por puro egoísmo, para que Madds no la deje nunca y se sienta dependiente, dando a Mia un motivo que justifique su existencia.
No sé cómo acabará esta historia. No sé si Mia encontrará para ella lo que sus clientes tienen. Pero hasta que lo encuentre se supone que faltan 6 meses, quedan 6 clientes que satisfacer. Y yo me estoy planteando si leer o no el tercero, que ha salido hace unos días...
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