jueves, 26 de enero de 2017

El último hombre en la Tierra

Cuando me hablaron de la serie El último hombre en la Tierra, no sabía si me gustaría. Pero después de ver el primer capítulo, no pude parar. Tiene muchas situaciones absurdas que conseguían sacarme una sonrisa. 
Por suerte hay dos temporadas en castellano y una tercera que aún está sin doblar (y que en breve veré aunque sea subtitulada). Son capítulos cortos, de unos 20 minutos que se pasan volando.

Nos ponemos en situación: año 2022, un virus ha terminado con los humanos. Pero Phil Miller es inmune y ha conseguido sobrevivir. Un tío normal, cuya vida no tenía nada de espectacular. Después de mucho tiempo solo, su único deseo es encontrar a alguien con vida. A poder ser una mujer. 
Cree ser el último hombre del planeta, pero por si acaso se dedica a recorrer Estados Unidos en busca de otra persona viva, y va dejando mensajes para que si alguien los ve, vaya a Tucson.
De ahí que un día aparezca Carol en su vida. Una mujer excéntrica, rara y que está como una cabra. Pero es una mujer, ¿la última mujer? Así que cuando ella le propone que se casen, para así perpetuar la especie, Phil no se lo piensa. Lo que sea para poder acostarse con ella, aunque la convivencia sea un calvario.

Pero lo que Phil no imagina es que su mundo solitario va a dar un giro y a cambiar radicalmente. Su forma de vivir en en calzoncillos, comiendo mal y sin agua corriente, acabará con la llegada de Carol, quien quiere restablecer la forma de vida de siempre.

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