"Calcetines rotos" de Judith Galán

Cuando desde el primer momento la protagonista de una novela te cae fatal, no es fácil engancharse ni cogerle cariño. Esto es lo que me ha pasado con "Calcetines rotos" de Judith Galán. Una novela romántica que elegí por la portada, porque me hizo mucha gracia eso de que un dedito se escapara del calcetín buscando libertad.

Ana es una joven diseñadora gráfica con un carácter muy fuerte que la hace insoportable. Su pasado, al que bloquea aferrándose al autocontrol para no tener sentimientos, está a punto de mezclarse con su presente.
Cada martes viaja con su tía en avión, y al pasar por el control de seguridad siempre se fija en un agente que al mirarlo la hace vibrar.
Pero un día, el detector pita y Ana tiene que ser cacheada. Sí, debería hacerlo una mujer, pero Lucas no puede resistirse. Por fin puede tocar a la mujer del calcetín roto que ve cada martes.

Ahí comienza una historia en la que hay malos entendidos, muchas celestinas y demasiadas casualidades.

¿Y por qué digo que me cae mal Ana? Pues al principio es una joven borde, con carácter y con un férreo autocontrol. Pero lo que peor me sienta es que se aproveche de su propia tía a la que supuestamente tanto quiere... Porque cuando la engaña para obtener una herencia, que me disculpen pero ahí me está demostrando que es una interesada amargada que solo busca dinero. 
Después, por supuesto, todo se intenta arreglar y las cosas no son exactamente como parecen. Pero me ha costado demasiado aceptarla como protagonista.

Sin embargo Alberto y Sandra, como secundarios, me han gustado más. Igual que Helena, que es la paciencia y bondad en persona. Y Martina... pocas veces me gustan los personajes de los niños, aunque ayuden a aligerar la novela. Pero es una niña a la que se quiere sí o sí. Igual que a Mónica, que sin realmente conocerla, está siempre presente.

Ha habido partes que se me han hecho largas. Otras me han hecho gracia, como cuando Ana y Lucas se transforman en psicóloga y paciente para abrirse uno al otro. Pero en general creo que es una de esas novelas que en un par de semanas me habré olvidado, y que me la podría haber ahorrado. 

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